CAUSAS
ECONÓMICAS
Por lo que se refiere al contexto económico, hay que recordar el impacto de la crisis del
29. Las políticas económicas previas, de desregulación financiera y de poca
intervención del estado, habían propiciado el crack bursátil de 1929. Las primeras
propuestas de solución seguían en esta línea, por lo que la situación no mejoró.
Finalmente ante la incapacidad del mercado de resolver por la situación por sí sólo, se
recurrió a las políticas intervencionistas para impulsar economía. Inspirados en las ideas
de los economistas como John Maynard Keynes, el estado se convirtió en el principal
inversor; aumentó el gasto público y la situación económica empezó a mejorar
paulatinamente. Primero se hizo tímidamente con el New Deal de Franklin D.
Roosevelt, al mismo tiempo el ministro nazi de economía Hjalmar Schacht, que también era un seguidor de esas nuevas ideas, hizo lo propio en Alemania. A finales de los años
30 este intervencionismo público se había multiplicado, aunque no sólo en forma de
servicios e infraestructuras (tal y como defendía Keynes) si no que se reorientó en otro
sentido, hacia el rearme. La carrera armamentística anterior y simultánea a la segunda
guerra mundial logró superar definitivamente la crisis de los años 30 y volver a la senda
del crecimiento económico. La importancia de la economía para explicar el inicio y el
desarrollo de esta guerra es algo que destacan autores como Otto Bauer, Angelo Tasca o
D. Guerin.
POLÍTICAS
caldo de cultivo propicio para la difusión de ideas revanchistas. Esto fue clave para
entender el éxito de grupos de extrema derecha, como los nacionalsocialistas o nazis.
Aunque durante los años 20 se suavizaron algunos aspectos de Versalles, la sensación
general entre los alemanes era que franceses e ingleses habían abusado y les habían
tratado injustamente. En Italia tampoco estaban satisfechos con el tratado, pero por otras
razones. Los anglo franceses no habían cumplido sus promesas respecto a Italia y no
consiguieron anexionarse los territorios que reivindicaban de Yugoslavia (la región
costera de Dalmacia). Esto fue usado por los grupos radicales italianos que hablaban de
victoria mutilada y de irredentismo (nación italiana incompleta).
IDEOLÓGICAS
justificaban la supremacía de estos países sobre los de su entorno. En Alemania ya
desde inicios del siglo XIX hubo autores que defendieron la superioridad racial y
cultural de los alemanes como Fichte o Haushofer, es el llamado germanismo. A partir
de esta premisa consideraban legítimo someter a sus vecinos por lo que se convirtió en
una justificación del expansionismo y del imperialismo. Igualmente paso en Japón, su
superioridad industrial sirvió para justificar ideas de supremacía racial. Su objetivo será
crear lo que llamaron “esfera de coprosperidad asiática” un gran imperio asiático
dirigido por Japón y sin potencias coloniales europeas. Estas ideas de supremacía
nacional y racial sean totalmente asumidas por los nazis, que la unieron a su fuerte
antisemitismo, al rechazo de la democracia y a su defensa a del elitismo o jerarquía
natural entre los hombres, de lo que habla Erich Fromm en su obra “Miedo a la
libertad”. Racismo unido a pseudo ciencia acabará dando lugar a aberraciones intelectuales como la “higiene racial” o eugenesia, origen ideológico del holocausto. La
importancia de los aspectos ideológicos en el ascenso de los totalitarismo y en le
desencadenamiento de la 2ª Guerra Mundial es algo que destacan autores como Zeeb
Sternell o Georges Mosse.
DEMOGRÁFICAS
La crisis del 29 tuvo lugar en un contexto de aumento de población. Durante los años 20 la prosperidad había propiciado un aumento demográfico, ahora la situación había cambiado y la crisis hacia muy difícil mantener a toda esta población. Autores neomalthusianos consideran que una de las razones de la guerra fue recuperar el equilibrio demográfico.
http://www.profesorenlinea.cl/universalhistoria/2aGMcausas.htm
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